Contenido no disponible en Español

Institucional / Noticias /

Fomentan literatura “que no deja dormir”

Autor: UDEM
Créditos: Archivo UDEM

“La literatura interesa cuando uno agarra un libro y ese libro lo cachetea a uno, lo revuelca, lo levanta y no lo deja dormir”, estableció el escritor colombiano Marco Tulio Aguilera Garramuño a alumnos de la Universidad de Monterrey.

El autor de “Venturas y desventuras de un frenáptero” y “Cuentos para antes de hacer el amor” participó en el Café Literario de la Biblioteca UDEM, acompañado por el escritor Eliecer Jiménez Carpio, en el marco de la VIII Feria Internacional UDEM, dedicado al país de Colombia.

“La literatura vale la pena cuando tú abres un libro y no puedes dejar la lectura en la noche, y amaneces leyendo, porque es imposible suspender la lectura”, sostuvo el cuentista y novelista.

Jiménez Carpio calificó a Aguilera Garramuño como “la pluma más prolífica viva que tiene Latinoamérica”, después de que el segundo relatara una ocasión en que un amigo le reclamó al haber faltado a un compromiso por haberse quedado leyendo su más reciente novela “Formas de luz (el sentido de la melancolía)”, de 475 páginas, hasta el amanecer.

Durante la charla, que desarrollaron por turnos, los escritores abordaron anécdotas relacionadas con el origen de algunas obras de Aguilera Garramuño, como “Breve historia de todas las cosas” y “Los placeres perdidos”, así como una excepción de literatura infantil en su creación.

“El pollo que no quiso ser gallo” es un libro de cuentos que Aguilera Garramuño recuperó de los recuerdos de sus propios hijos, los oyentes de cientos de historias que su padre creó a lo largo de años, para contárselas a la hora en que se dormían.

“De los cientos de cuentos, quedaron en la memoria de mis hijos como 10 o 20, y los publiqué (…) con ese libro he ganado más que con todos los otros 30 libros (…) aunque los adultos no lean, los niños siguen leyendo; ese libro ha sido leído por casi todos los niños de Colombia, de Centroamérica y de México; lleva 20 años vendiéndose”, comentó.

En sus intervenciones, Aguilera Garramuño advirtió que todos los escritores tienen el sueño romántico de encerrarse a escribir, de ser antisociales, de encerrarse en el mundo del arte “como si fueran espíritus superiores”.

“La literatura no se hace con buenas intenciones; la literatura entra en los conflictos, no en las obras armoniosas (…) cuando lo escritores escribimos un libro, tenemos que entender lo que escribimos y aprender a responder preguntas difíciles”, expuso.

Jiménez Carpio presentó su libro “Crónicas del Ariguaní”, una colección de cuentos de temas diversos.

El autor dijo estar convencido de que el realismo mágico dio a conocer a Colombia en el mundo, por medio de Gabriel García Márquez.  

“México tiene un realismo mágico impresionante; México y Colombia son muy afines, muy parecidos en muchas cosas; viajando a Veracruz o a Tabasco me siento como en el caribe colombiano: vivimos al compás de la música y somos muy pícaros”, explicó.  

“Los colombianos crecimos leyendo a Jorge Isaacs, José Eustacio Rivera, Rafael Pombo y a Gabriel García Márquez, pero he llegado a la conclusión queLatinoamérica es un solo cuento”, definió.  

Escribe un comentario

El contenido de este campo se mantiene privado y no se mostrará públicamente.