Da inicio comunidad UDEM época de Adviento

• Estudiantes, colaboradores y docentes de la Universidad de Monterrey se unieron en oración para iniciar la época de Adviento, en una ceremonia eucarística en la que también se dio gracias por el fin del semestre de otoño 2021

La corona de ramas de pino, los cirios y la oración fueron los elementos que representaron el inicio del año litúrgico y del periodo de preparación espiritual para celebrar la Natividad, el nacimiento de Jesús, para la comunidad UDEM. 

La misa de Adviento se transmitió de forma virtual el mediodía de este miércoles, debido a la pandemia, desde la Capilla del Centro de la Comunidad Universitaria del campus. 

Para dar el primer paso en el Adviento y dar gracias por el fin de semestre de Otoño 2021, se unieron en oración estudiantes, colaboradores y docentes de la UDEM. 

La celebración eucarística estuvo presidida por el presbítero Alejandro Beltrán Garza, coordinador arquidiocesano de Pastoral Universitaria, párroco de San Juan Bosco y Capellán de la UDEM. 

En su homilía, el sacerdote se refirió a “un antisigno y tres signos” de este periodo de Adviento: el primero se relaciona con el “mucho correr y mucho comprar o gastar”, ya que el feligrés deja de lado el tiempo necesario para la serenidad y para vivir plenamente la época litúrgica. 

Es importante el detalle, que puede ser un abrazo o una llamada, pero no es necesario gastar los millones, sino la atención de voltear a ver a la gente que queremos”, expresó. 

El primer signo es el frío y el invierno de la época, cuando las hojas de las plantas se secan aparentemente, pero que en realidad es una oportunidad de renovación: “el mundo se renueva en el invierno, acaba con plagas, ojalá también con virus”. 

El segundo signo es esperar lo que ya no se espera ‒la esperanza‒ o la que ya se tiene: “Dios ya está con nosotros desde hace dos mil años y desde que nos bautizaron… pero tenemos que seguir renovando ese deseo de habitar plenamente en nosotros”. 

El tercer signo se relaciona con la misericordia de Jesús, que estuvo presente en las lecturas bíblicas del día y que narran cuando Jesús subió al monte, curó a las personas, al ciego y al paralítico, y aun después, realizó el banquete. 

“Cualquiera de nosotros hubiera pensado: ‘la misericordia de Dios ya se cumplió’, pero, después de ejercer la misericordia de una manera sobrenatural, Jesús se preocupa por su pueblo, para que en el camino no vayan a desfallecer, que no vayan a pasar hambre”, indicó. 

“El Adviento es la renovación, la esperanza que nos mueve, y la misericordia que no se queda en lo mínimo, sino que busca siempre dar más allá, no se queda con cumplir unas horas de servicio social o de prácticas, sino que es esa misericordia que va al detalle”, sostuvo.  

Colaboradores y colaboradoras de la UDEM realizaron el rito de la colocación de los cirios sobre la corona y el encendido de la vela morada, la primera de la temporada en que la Iglesia se prepara para vivir la Navidad con un espíritu de esperanza, fraternidad y solidaridad.