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“Innovación para el crecimiento económico”: catedrática de la UDEM

17 Abr.2019
Autor: UDEM
Créditos: “Innovación para el crecimiento económico”: catedrática de la UDEM

No puede haber crecimiento económico, si no hay innovación”, afirmó Karina Astorga Carrasco, directora de Emprendimiento e Innovación de la Universidad de Monterrey, “pero (la innovación) no es solamente una necesidad, es un imperativo que como sociedad necesitamos crear para seguir creciendo”.
 

En el marco del Día Mundial de la Creatividad y la Innovación, a celebrarse el próximo 21 de abril, la también directora del Centro de Incubación y Desarrollo Empresarial de la UDEM señaló que la innovación debe incrementar el nivel de productividad con escalamiento a mercados, con tecnologías y procesos que permitan solucionar de mejor manera la eficiencia de los recursos.
 

Es un eje que necesitamos: innovación para crear más y mejores empresas; de hecho, en México, el 99.3 % de las empresas son micro, pequeñas y medianas empresas, pero contribuyen el 40 % del Producto Interno Bruto: tenemos un bajo nivel de productividad”, estableció.

Quien es directora del programa académico de la Licenciatura en Creación de Negocios e Innovación Empresarial (LCIE) de la UDEM destacó que hay un tipo de empresas a las que se les llama “unicornio”, que son organizaciones de crecimiento acelerado, lo que lleva a un impacto económico importante y de creación de empleos, que es lo que necesita la economía para crecer.

El crecimiento está en este tipo de empresas que nacen con innovación y deben tener una visión global, porque están creando una solución, no solo para un segmento en San Pedro o en México, sino es una solución para gran parte de la población en el mundo”, expuso.
 

El Día Mundial de la Creatividad y la Innovación, instituido por Naciones Unidas, se conmemoró por primera vez en 2002 en más de 50 países, pero desde 2006 la celebración se extendió a una semana, iniciando desde el 15 de este mismo mes, para dar paso a una reflexión más amplia.

Adicionalmente, el 15 de abril se celebra el natalicio de Leonardo da Vinci, figura emblemática de la creatividad y las soluciones interdisciplinarias entre las artes y las ciencias.

Pero existen diferencias entre innovación y creatividad, según Astorga Carrasco, porque esta especificidad de la innovación, que es “disruptiva”, es la que crea una oportunidad de mercado donde antes no existía, transformando la manera en que interactúan los seres humanos y creando una nueva, creciente y demandante oportunidad de mercado para que se sumen nuevos negocios.

Es por esto que una nueva propuesta de negocio, además de que exige novedad, requiere que sea aplicable para solucionar algo, porque de otra manera sería solo creatividad.

Si se crean cosas, pero no tienen una aplicación o un mercado, no hay innovación; para que haya innovación, necesita tener un mercado, un impacto”, aseveró.

Es por esto que, previo a la propuesta de negocio, es necesario conocer las formas de interacción y las nuevas necesidades de los seres humanos, así como, actualmente, lo vinculado a las nuevas tecnologías de la industria 4.0 de transformación digital.

De esta manera conjunta, al vincular las nuevas tecnologías con intervenciones y la manera de interactuar de los seres humanos, marca nuevas necesidades, nuevas tendencias, nuevos productos y servicios que necesitamos para incrementar nuestra calidad de vida”, expuso.
 

La industria 4.0 señala la integración de tecnologías que ayudan a esa transformación digital, a esa conexión de diferentes actores en los procesos, desde inteligencia artificial hasta internet de las cosas, que permiten obtener mayor información en el momento y conectar para poder incrementar los resultados que antes nos tardábamos días en obtenerlos”, sostuvo. 

Sin embargo, la catedrática advirtió que, si bien siempre se señala que en América Latina no existe el mismo nivel de recursos financieros como en otros ecosistemas, hay diferentes estudios que señalan que el fracaso de las nuevas empresas no están en los fondos, sino en la capacidad de administrar y gestionar el cambio y la innovación: “ese es el verdadero punto de fracaso: la administración de los recursos”.

La tecnología facilita y permite exponenciar el crecimiento de esos negocios, pero la mayoría de las innovaciones se basan en modelos de negocios: otras maneras de entregarle valor a un mercado significativo o escalable”, precisó.
 

Por eso, explicó, “no todo es tecnología; de hecho, la mayoría de las innovaciones, cerca del el 80 %, son en modelos de negocios, la manera en que ganamos dinero entregando un bien o un servicio a un mercado que lo necesita, lo valora”.

Basándose en el Manual de Oslo, Astorga Carrasco detalló que hay diferentes contextos y clases de innovación: puede ser de mercado, de producto, organizativa, de servicios, para establecer nuevas formas que permitan lograr eficiencia, productividad o comunicación entre los colaboradores.

Y lo nuevo puede provenir de herramientas del pasado aplicadas a nuevos usos en el presente; precisamente, una metodología rusa se basa en el conocimiento de las patentes creadas para generar nuevas propuestas o soluciones.
 

El conocimiento que se ha creado anteriormente para la humanidad es la base para poder crear nuevas cosas; no podemos crear si no hay un análisis del estado del arte, de lo que está pasando y de lo que ha pasado para poder decir: esta es una mejor manera, más eficiente, más productiva y que pueda generar más valor”, expresó.
 

Este tipo de habilidades deben enseñarse a los emprendedores en formación, según la profesora universitaria, como ocurre en el programa académico de LCIE, en donde los jóvenes aprenden metodologías y procesos.
 

Es algo que necesitamos llevar tatuado, desde nuestros niñas, niños, jóvenes y profesores, necesitamos estar siempre cuestionando el statu quo para poder generar innovaciones; solamente así vamos a generar este enfoque sostenible”, aseveró.
 

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