Enriquece el aprendizaje clínico y las oportunidades globales en Psicología

• Durante su visita académica a la Universidad de Monterrey, Marilyn Charles reconoció la calidad docente y el sólido desarrollo clínico del alumnado, además de aportar seminarios especializados, supervisión y vínculos con grupos internacionales de psicoanálisis

El regreso del vínculo humano a las aulas marcó la reciente estancia académica de la psicóloga y psicoanalista estadounidense Marilyn Charles en Monterrey, donde subrayó la importancia de la interacción presencial para el aprendizaje clínico y el desarrollo profesional de las nuevas generaciones.

Reconocida integrante de la Association for Psychosocial Studies (APS) y del Austen Riggs Center de Massachusetts, la especialista destacó que el contacto directo con estudiantes permite construir relaciones auténticas y modelar el tipo de vínculo que ellos, a su vez, establecerán con sus pacientes.

La visita se concretó en noviembre de 2025, durante su participación como Global Community Professor en la Escuela de Psicología de la Universidad de Monterrey, donde impartió clases, talleres y supervisión clínica a estudiantes de licenciatura y posgrado.

Aunque esta participación formal en el programa fue reciente, Charles mantiene una relación cercana con la UDEM desde antes de la pandemia.

“Antes de COVID venía regularmente y he sido parte del programa de maestría desde que inició. Siempre he valorado enseñar aquí porque los estudiantes tienen un gran interés por aprender”, recordó.

Con el regreso a la presencialidad, destacó lo valioso de reencontrarse con las y los estudiantes, pues la interacción cara a cara “permite construir vínculos reales y mantener un intercambio más accesible y cercano”.

Durante su estancia, la especialista reconoció la calidad humana y académica del alumnado de Psicología UDEM.

“Los estudiantes son maravillosos: muy interesados, muy apasionados. Quieren aprender teoría, pero también cómo hacer un mejor trabajo clínico”, comentó.

Subrayó que la formación en salud mental suele venir acompañada de dudas e incertidumbre, por lo que consideró esencial acompañarles en el reconocimiento de sus fortalezas y áreas de desarrollo.

También elogió al profesorado de la Escuela: “Los docentes están muy comprometidos con la enseñanza y cuidan a sus estudiantes. Ha sido muy enriquecedor conversar sobre cómo ajustar el currículo y qué oportunidades internacionales pueden ofrecerse”.

En cuanto a los desafíos actuales y futuros de la profesión, Charles enfatizó que el psicoanálisis sigue siendo fundamental, pese al escepticismo que en ocasiones lo rodea. “Cuando las personas enfrentan problemas complejos, el psicoanálisis puede ser especialmente valioso. Es importante que los estudiantes aprendan desde este marco, pero también desde enfoques sistémicos y cognitivo-conductuales, para responder a la diversidad de problemáticas que verán en su práctica”, señaló.

A nivel educativo, afirmó que la virtualidad ha impuesto nuevos retos para la enseñanza de la psicología clínica, donde el vínculo humano es central.

“La psicología clínica trata sobre relaciones; por eso debemos poder modelar para los estudiantes el tipo de vínculo que ellos, a su vez, formarán con sus pacientes”, explicó.

Asimismo, destacó la importancia de que las y los futuros profesionales desarrollen una comprensión profunda del síntoma clínico: “El síntoma no es el problema; señala algo más profundo que la persona necesita resolver para comprender quién es en el mundo”.

Charles también identificó características distintivas de la formación en México en comparación con Estados Unidos, especialmente en lo relativo al acceso temprano a experiencias clínicas.

“En mi país, incluso en posgrado, es raro recibir una formación precisamente psicoanalítica. Aquí, desde la licenciatura los estudiantes pueden involucrarse en la práctica que desean realizar y llegan a la maestría con un nivel de competencia clínica admirable”, afirmó.

Finalmente, resaltó el modelo de la UDEM que fomenta la interacción entre generaciones de estudiantes y egresados, lo que permite “un intercambio más rico y una visión clara para quienes están en formación de que ellos también pueden llegar ahí”.