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Se abren camino en la defensa de los derechos humanos

07 Jul.2020
Autor: UDEM
Créditos: archivo UDEM

 

  • Tres alumnos de la UDEM aprovechan el verano para hacer sus prácticas profesionales
     

La Universidad de Monterrey busca que sus alumnos combinen sus conocimientos académicos con experiencias en su campo de trabajo, y en condiciones reales a través de prácticas profesionales. Es por ello que tres estudiantes de la Escuela de Derecho y Ciencias Sociales reforzarán sus aprendizajes y conseguirán nuevos con actividades de prácticas profesionales que contribuirán a su formación académica.

Busca crecer el campo de los derechos humanos

Debido a su desempeño en los cursos de temas de Derechos Humanos que tomó con el doctor Humberto Cantú, es que Constanza Michell Aranda, alumna de Derecho, es practicante en el Centro de Información sobre Empresas y Derechos Humanos (CIEDH), gracias a que el doctor la propuso cuando se abrió una vacante.

Este centro, que se enfoca en la aplicación de los Derechos Humanos en las empresas, consideró que se debía de hacer una evaluación sobre el comportamiento de los negocios sobre el seguimiento de los derechos humanos aún y con las dificultades que se suman al estar en una pandemia.

“Estaré trabajando para detectar irregularidades en las empresas, así como acciones positivas, para exhortar más adelante una comunicación con las mismas y así hacerles saber que el Centro está al pendiente de sus obligaciones frente a los derechos humanos”, mencionó la estudiante. 

Al ser su primer acercamiento, profesionalmente hablando, con los derechos humanos, está muy emocionada de tratar este tema con problemas actuales y dinámicos como los producidos por el COVID-19.

“Representa la posibilidad de poder seguir explorando este campo para crecer en él, y poder abrir la puerta a más posibilidades dentro del mismo, para dedicarme profesionalmente a ello“, expresó Constanza, quien empezó su periodo de prácticas el 25 de mayo con una duración de tres meses.

Ayudará a marcar precedentes

Paulina Lamadrid tuvo un gran interés en los temas que vio en la materia de Derechos Humanos, que también llevó con el profesor Cantú, por eso cuando éste le preguntó si estaría interesada en trabajar como pasante durante el verano en una ONG, no lo dudó.

“Se me hizo una oportunidad como caída del cielo, porque tendría algo que me interesa mucho que podría darme una probada del mundo laboral en ese campo y que aparte me daría algo en que ocuparme en medio de esta pandemia”, señaló la joven.

La alumna de Derecho estará colaborando en el Centro de Información sobre Empresas y Derechos Humanos donde el enfoque que trabajará son las actividades, omisiones o violaciones de las empresas mexicanas a la luz de la pandemia del COVID-19, que ayudará a marcar precedentes respecto al comportamiento que deben tener las organizaciones en medio de una situación como la que vivimos.

“(La oportunidad) es una prueba de que los esfuerzos que haces en tus estudios rinden frutos. Muchas veces como estudiante empiezas a pensar si vale la pena esforzarse tanto y esta es una prueba de que definitivamente lo vale”, subrayó la estudiante, quien acaba de concluir su cuarto semestre.

Apasionado por el bien común

Aunque pueda resultar arduo el trabajo y complicado mantener una comunicación efectiva trabajando con un equipo internacional con horarios distintos, Roberto Favila Blázquez considera que el ambiente en la Organización de los Estados Americanos (OEA) se promueve el trabajo en equipo, la comunicación y siempre es una prioridad apoyar a la gente.

Favila recién culminó su cuarto semestre de Derecho y Función Pública y empezó en junio como becario en la OEA, trabajando con la Relatoría Especial de Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (REDESCA).

Su actividad principal es llevar a cabo el monitoreo de los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA) tanto en el cono sur del continente (Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay), así como el Caribe.

“Estoy a cargo de analizar y reportar cómo se encuentra la situación en dichos países respecto a los derechos de los trabajadores y derecho a la salud (relacionado al COVID-19), incluyendo tanto acciones buenas como las violaciones graves a derechos humanos. Paralelo a ello, soy asistente para la sistematización de relaciones con organizaciones no gubernamentales desde la Relatoría Especial”, destacó Favila.

En esta época de crisis de salud, económica, ambiental y social, Roberto está feliz de poder colaborar en esta organización, y que con sus propias capacidades procura ayudar para tener un mundo mejor.

Esta oportunidad la obtuve después de haber llevado la clase de Derechos Humanos con el doctor Humberto Cantú, pues me comentó sobre la posibilidad de colaborar con la OEA. Debo reconocer que él fue un gran modelo a seguir e inclusive inspirador para perseguir esta meta, la cual me ha conllevado a buscar inclusive más grandes logros en el futuro”.


 

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