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Son piezas del imperio azteca legado vivo

19 Ene.2023
Autor: UDEM
Créditos: Archivo UDEM
  • Exhorta Bertrand Lobjois, profesor de la Facultad de Educación y Humanidades de la Universidad de Monterrey, a apreciar imágenes de la época prehispánica como entes animados que guardan profunda relación con las comunidades que los crearon


Al visitar una exposición que alberga acervo del México prehispánico es común percibir dichas piezas de las civilizaciones mesoamericanas como valiosas, pero estáticas e inanimadas. Por ello, la invitación de Bertrand Lobjois, profesor de la Facultad de Educación y Humanidades de la Universidad de Monterrey, es observarlas con una mentalidad distinta: como objetos vivos.

El también investigador expuso estas ideas en la charla “El estilo imperial azteca. Revisión de una propuesta estética desde la producción escultórica”, realizada el 18 de enero en el Auditorio del Museo de Historia Mexicana. “Quiero plantear una visión diferente de esas piezas: que no se queden con la visión de ‘¡qué bonita pieza’”, dijo, “valdría la pena pensar que esta imagen que está debajo de la vitrina quisiera salir de ahí, o quisiera que no la encerraran porque tiene energía para los pueblos nativos”.

Evocando investigaciones que utiliza como base para su propio trabajo científico, Lobjois aclaró que tal perspectiva implica la conciencia de cómo las mencionadas representaciones jugaban un rol en la vida de la sociedad y contaban con determinados propósitos, tejiendo una compleja red con quienes elaboraban esos objetos.

Cuando vemos un objeto lo vemos como tal: es algo que está ahí, que observamos. Pero olvidamos que esos objetos fueron diseñados con una intención, y que en ciertos casos esos objetos tienen vida propia, una vida que es impulsada, obviamente, desde la esfera humana. Este objeto, por ejemplo, va a permitir la apropiación de ciertas plegarias o de eventualmente explicar por qué ocurren ciertos fenómenos. Entonces permite, de cierta manera, un diálogo”, dijo. 

Su exposición estuvo enfocada en revisar el legado escultórico de la cuenca de México bajo el dominio tenochca y el proceso de producción escultórica. Brindó información sobre la extracción de los materiales, incluyendo las zonas precisas en las que encontraron los yacimientos, el perfil de los escultores anónimos que trabajaron las piedras y las activaciones de las figuras ya terminadas. 

En suma, propuso la revisión del concepto de estilo imperial azteca planteado en la segunda mitad del siglo XX, mencionando los distintos orígenes de la inspiración mexica: “hacen una interpretación propia de una tradición iconográfica diferente de la suya”, concluyó, “parte de sus influencias eran Teotihuacán, Tula, en el estado de Hidalgo, y también Xochicalco”. La presentación de Lobjois estuvo enmarcada en la exposición temporal “Tlateccáyotl. Los artistas de las piedras preciosas” que alberga el Museo del Noreste. 

Etiquetas: Humanidades

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